jueves, 16 de diciembre de 2010

Queridos Reyes Magos...



                                                                                                                          16 de Diciembre del 2010



Queridos Reyes Magos,

La letra os resultará conocida, ya que como mi sobrina no sabe escribir, este año me ha toca escribirle la carta.
Ya sabéis que en mi familia no somos mucho de Papa Noel, no confiamos en sus poderes, ya que el sólo es capaz de hacer lo mismo que vosotros y encima a él no le dejamos ni turrón, ni nueces, ni vino...  y sus renos tampoco necesitan agua o leche.
Yo si fuera vosotros y me permitís un consejo, me plantearía decirle algo, puesto que con esto de que estamos en crisis, los padres no os van a comprar dulces navideños a cambio de regalos para sus hijos, y lo que es peor, les dirán a los niños que le escriban la carta a Papa Noel.
Bueno como ya os puso mi sobrina en la carta quiero un coche, preferentemente un polo, pero no penséis lo mismo que ella: No es un polo de helado sino un coche, modelo polo, Volkswagen.
Supongo que no podrá ser puesto que tenéis que traer muchos regalos y el coche ocupa mucho, así que os propongo dos opciones; una que dejéis los camellos descansar y que traigáis todos los regalos en el coche, o que consigáis con vuestros poderes que el día 22 me toque la lotería y ya el coche lo compro yo, tampoco quiero abusar.


Sin mas que deciros, un saludo.

¡Que tengáis buen viaje!

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Pon Pon Center!!





PON PON CENTER.

NO ES LO QUE TENGO, ES LO QUE SOY.

Irune es...



Después de hacer unas preguntas y de indagar sobre como es la profesora de Habilidades de comunicación de la lengua oral y escrita, mi grupo ha llegado a la conclusión de que Irune es una persona que va mas haya de la realidad, le gusta la fantasía; un ejemplo de ello son las hadas.
Creemos que es una persona respetuosa con las ideas de los demás, es luchadora por varios acontecimientos que le han ido surgiendo en la vida, cercana a los demás y siempre dispuesta a escuchar y a comprender a sus alumnos. Otra conclusión a la que hemos llegado ha sido que no tiene prejuicios, que conoce a la gente por su interior y que tiene mucha gente que la quiere al igual que ella.
Tras escuchar sus palabras creo que es una persona que valora la vida, vive con alegría e intensidad el día a día y por lo poco la que la conozco creo que no suele estar muy disgustada y si por un casual lo esta intenta ser profesional y que no se note en su trabajo.
 Por último como ya he dicho antes es profesional y sabe acoplarse a el contexto y al tipo de gente con la que trata y la situación en la que esta.
 Y relacionado con su asignatura creo que es una de las clases que más nos va a gustar y que más nos va a aportar en nuestro futuro como maestros.

Instrucciones para descolgar el teléfono.


Supongo que nadie se ha planteado como es el momento en el que después de oír una melodía o simplemente el típico “RING”, inmediatamente después  nos levantamos accionamos las piernas y sin pensar mucho más cogemos el teléfono.
Lo primero de todo es esperar a que el pequeño artilugio suene, después de ese sonido tendremos que localizar donde esta, accionaremos el oído y empezaremos a buscar como locos: en el bolso, la casa, el coche…
Si hemos logrado encontrarlo antes de que la llamada entrante se cortase, ya estamos cerca del paso final y de lograr nuestro objetivo.
Cogemos el teléfono con la mano, con una fuerza justa para conseguir que no se nos caiga. Cuando miremos al teléfono veremos como luce la pantalla, normalmente en la parte posterior veremos dos botones uno rojo y uno verde, aquí viene la duda; muevo el dedo pulgar y apretó el botón izquierdo de color verde o por el contrario muevo el pulgar hacia la derecha y pulso el botón rojo.
Tenemos un 50% de posibilidades de acertar y tan sólo unos segundos antes de que se nos cuelgue la llamada; si tenemos en cuenta que una llamada no dura más de 15 segundos y hemos estado 5 segundos buscándolo no nos queda mucho tiempo.
En ese momento nuestro cerebro tocara el botón verde, con el dedo pulgar,( la gente menos acostumbrada a las nuevas tecnologías, se quedaran mirando a la pantalla con cara de no saber que hacer y pulsara el botón con el dedo índice, con un suave pero rápido movimiento como si en realidad no quisieran hacerlo) y con un suave movimiento levantaremos el teléfono, lo acercaremos a nuestro oído y diremos: “si”, “dígame”, “ Hola”... dependiendo de quien sea, eso lo sabremos gracias al nombre que aparecerá en la pantalla.

domingo, 12 de diciembre de 2010

"Un Ojito, Dos Ojitos, Tres Ojitos"


Érase una mujer que tenía tres hijas. La mayor se llamaba Un Ojito, porque tenía un solo ojo en medio de la frente; la segunda, Dos Ojitos, porque tenía dos, como todo el mundo; y la tercera, Tres Ojitos, pues tenía tres, uno de ellos en medio de la frente. Y como la segunda no se diferenciaba en nada de las demás personas, sus dos hermanas y su madre se metían con ella:
- Con tus dos ojos no sobresales en nada de la gente. Y así, la rechazaban, obligándola a usar vestidos con retales, y para comer no le daban más que las sobras.
Un día en que Dos Ojitos había salido al campo con su cabra, estaba sentada en el borde del camino, llorando desconsoladamente. Al levantar un momento la mirada, vio a su lado a una mujer, que le preguntó:
- Dos Ojitos, ¿por qué lloras?
Y respondió la muchachita:
- ¿Cómo no he de llorar? Porque tengo dos ojos como todas las demás personas, mi madre y mis hermanas me aborrecen, me empujan de un rincón a otro, me dan prendas viejas y sólo me dan para comer lo que ellas dejan.
- Seca tus lágrimas, Dos Ojitos, voy a enseñarte unas palabras con las que ya no padecerás más hambre. Sólo tienes que decir lo siguiente, dirigiéndote a tu cabra:
«Bala, cabrita;
Cúbrete, mesita».
Y enseguida tendrás ante ti una mesa repleta de comida. Y cuando ya estés satisfecha y ya no necesites de la mesa, dirás:
«Bala, cabrita;
Retírate, mesita».
Y desaparecerá.
Y dicho esto, el hada se marchó. Dos Ojitos probo y exclamó:
«Bala, cabrita;
Cúbrete, mesita».
Apenas hubo pronunciado estas palabras vio una mesita cubierta con un mantel blanquísimo, cuando acabo de comer dijo:
«Bala, cabrita;
Retírate, mesita».
Y en un santiamén desapareció la mesa con todo lo que había.
Al regresar a su casa al anochecer con la cabra, encontró el cuenco de barro con algo de comida que le habían dejado las hermanas, pero no la tocó. Al día siguiente se marcho con la cabrita sin mirar ni siquiera el desayuno. Al principio, las hermanas no prestaron atención al hecho, pero, al repetirse, dijeron.
- Algo ocurre con Dos Ojitos. Siempre se deja la comida, cuando antes se zampaba todo lo que le dejábamos.
Para averiguar lo que sucedía, decidieron que Un Ojito acompañara a Dos Ojitos al campo.
Al marcharse Dos Ojitos, se le acercó la hermana mayor y le dijo:
- Iré al campo contigo.
Pero Dos Ojitos comprendió perfectamente el pensamiento que había tenido su familia.
- Ven, Un Ojito, sentémonos aquí; te cantaré una canción.
Un Ojito estaba cansada de la caminata se sentó y comenzó a escuchar a su hermana,
«Un Ojito, ¿velas?
Un Ojito, ¿duermes?».
Repitiendo siempre las mismas palabras, hasta que la otra, cerrando su único ojo, se quedó dormida. Al ver Dos Ojitos que su hermana dormía profundamente y no podría descubrirla, dijo:
«Bala, cabrita;
Cúbrete, mesita».
Y, se sentó en la mesa a comer. Luego volvió a decir:
«Bala, cabrita;
Retírate, mesita».
Y todo desapareció en un momento. Dos Ojitos despertaron entonces a su hermana y le dijo:
- Un Ojito, vienes para guardar la cabra y te duermes. El animalito podría haber dado la vuelta al mundo. Anda, volvamos a casa.
Y se marcharon, y Dos Ojitos dejó nuevamente si tocar su cena. Pero Un Ojito no pudo decir a su madre el motivo de que su hermana se negase a comer. Al día siguiente dijo la madre a Tres Ojitos:
- Esta vez irás tú; fíjate bien si Dos Ojitos come allí, y si alguien le trae comida y bebida.
Se acerco Tres Ojitos a Dos Ojitos y le dijo:
- Iré contigo a ver si guardas bien la cabra y le das bastante hierba.
Pero Dos Ojitos se dio cuenta del propósito de su hermana menor. Condujo la cabra al prado y dijo:
- Sentémonos, Tres Ojitos, que te cantaré una canción.
Se sentaron las dos a descansar, y dijo Dos Ojitos;
¿Velas?,
Sólo que, sin darse cuenta, en vez de decir:
«Tres Ojitos, ¿duermes?», cantó
«Dos Ojitos, ¿duermes?»,
Repitiendo cada vez:
«Tres Ojitos, ¿velas?
Dos Ojitos, ¿duermes?».
Ya Tres Ojitos se le cerraron dos ojos, y se le quedaron dormidos; pero el tercero, a causa de la equivocación en el estribillo, permaneció despierto. Ella cerro el Ojo también, pero lo abría disimuladamente y,pudo verlo todo. Cuando Dos Ojitos creyó que la otra dormía profundamente, pronunció su fórmula mágica:
«Bala, cabrita;
Cúbrete, mesita»,
Y después de saciar el hambre y la sed, hizo que la mesa se retirase:
«Bala, cabrita;
Retírate, mesita».
Pero resultó que Tres Ojitos lo había presenciado todo. Se acerco Dos Ojitos y le dijo:
- ¿Conque te dormiste, Tres Ojitos? ¡Vaya manera de guardar la cabra! Anda, volvámonos a casa.
Al llegar, Dos Ojitos renunció de nuevo a la cena, y Tres Ojitos dijo a la madre:
- Ya sé por qué esta  no come. Cuando, esta en el prado dice a la cabra:
«Bala, cabrita;
Cúbrete, mesita»,
Enseguida tiene ante sí una mesa mucho mejores de las que comemos nosotras; y cuando ya está harta, dice:
«Bala, cabrita;
Retírate, mesita»,
Y todo desaparece de nuevo. Lo he visto todo perfectamente. Con su canción hizo que se me durmiesen los dos ojos; pero me quedo el de la frente abierto
Llamando entonces la envidiosa madre a Dos Ojitos, la increpó, diciéndole:
- ¿Conque quieres pasarlo mejor que nosotras? ¡Pues voy a quitarte las ganas!
Y cogiendo un cuchillo lo clavó en el corazón de la cabra, matándola.


Dos Ojitos salió de su casa triste y desolada y, sentándose en el campo, se puso a llorar, y pareció el hada, y le dijo: ¿Qué te pasa Dos Ojitos?
- ¡Cómo no he de llorar! - respondió la muchacha -. Mi madre mató la cabra que todos los días, cuando le recitaba el verso que me enseñasteis, me ponia la mesa, y ahora volveré a pasar hambre:
- Dos Ojitos, te daré un buen consejo: Pide a tus hermanas que te den la tripa de la cabra muerta, y entiérrala delante la puerta de tu casa. Te traerá suerte.
Desapareció el hada, y Dos Ojitos, regresando a su casa, dijo a las hermanas:
- Dadme un poco de la cabra, hermanas. No pido nada bueno; solamente la tripa.
Se echaron a reír y dijeron:
- Si no pides otra cosa, puedes quedarte con ella.
Y Dos Ojitos cogió la tripa, y aquella noche fue a enterrarla.
A la mañana siguiente, al despertarse todas y salir a la calle, quedaron maravilladas al ver un magnífico árbol, que se alzaba ante la casa. Era un árbol prodigioso, con hojas de plata y frutos de oro. En el mundo entero no se habría encontrado nada tan bello y precioso. Nadie sabía cómo había salido allí aquel árbol, de la noche a la mañana. Sólo Dos Ojitos sabía que brotó de la tripa de la cabra, pues se levantaba precisamente en el lugar donde ella la había enterrado. Dijo la madre a Un Ojito:
- Sube, hija mía, a coger algunos de los frutos.
Trepó la muchacha a la copa; pero en cuanto trataba de alcanzar una de las doradas manzanas, la rama se le escapaba de las manos, repitiéndose la cosa todas las veces que intentó hacerse con un fruto. Dijo entonces la madre:
- Tres Ojitos, sube tú, con tus tres ojos verás mejor que tu hermana.
Bajó Un Ojito y subió Tres Ojitos; pero no fue más afortunada. Finalmente, la madre, impacientándose, se subió ella misma al árbol. Pero no le fue mejor que a sus hijas. Cada vez que creía agarrar uno de los frutos, se encontraba con la mano llena de aire.
Dijo Dos Ojitos:
- Probaré yo; quizá tenga mejor suerte.
Las hermanas la dijeron:
- ¡Qué quieres hacer tú con tus dos ojos! - ella trepó a la copa, y las manzanas de oró ya no huyeron, sino que espontáneamente se dejaban caer en su mano. La muchacha pudo cogerlas una a una, y, después de llenarse el delantal, bajó del árbol. La madre se las quitó todas, y Un Ojito y Tres Ojitos, en vez de dar mejor trato a su hermana, envidiosas al ver que sólo ella podía conseguir los frutos, se ensañaron con ella más aún que antes.
Un día, vieron acercarse un joven caballero.
- ¡Aprisa, Dos Ojitos! - exclamaron las hermanas -, métete ahí debajo, y así no tendremos que avergonzarnos de ti, le echaron encima un barril vacío que tenían a mano, metiendo también las manzanas que Dos Ojitos acababa de coger. Al llegar el caballero dijo a las dos hermanas:
- ¿De quién es este hermoso árbol? Por una de sus ramas daría cuanto me pidiesen.
Tres Ojitos y Un Ojito contestaron que el árbol les pertenecía, y que romperían una rama para dársela. Una y otra se esforzaron cuanto pudieron; pero todos sus intentos resultaron vanos. Dijo entonces el caballero:
- Es muy extraño que, no podáis cortar una rama de él.
Mientras, Dos Ojitos, desde el interior del barril, hizo rodar por debajo dos o tres manzanas de oro, que fueran a parar a los pies del caballero, pues la muchacha estaba enojada de que las otras no dijesen la verdad. Al ver el forastero las manzanas, preguntó, asombrado, de dónde venían, y Tres Ojitos y Un Ojito le respondieron que tenían una hermana, pero que no la enseñaban porque sólo tenía dos ojos, como las personas vulgares.
El caballero quiso verla y gritó: -¡Sal, Dos Ojitos!
La doncella, salió de debajo del barril, y el caballero, admirado de su gran hermosura, le dijo:
- Seguramente tú podrás cortarme una rama del árbol.
- Sí - replicó Dos Ojitos -, sin duda podré, pues el árbol es mío - y, subiéndose a la copa, con gran facilidad cogio una rama del precioso árbol.
Dijo éste entonces:
- Dos Ojitos, ¿qué quieres a cambio?
- ¡Ay! - respondió la muchacha -, aquí sufro hambre y sed. Si quisieseis llevarme con vos y liberarme, sería feliz.
Subió el caballero a Dos Ojitos a su caballo y la condujo al castillo de su padre, donde le proporcionó hermosos vestidos y comida en abundancia; y como la doncella era, en verdad, encantadora, se enamoró de ella y, se celebró la boda con gran alegría.
Al ver que el caballero se llevaba a Dos Ojitos, las dos hermanas sintieron gran envidia por su suerte, pero se consolaron pensando: «De todos modos, nos queda el árbol maravilloso, y aunque no podamos coger sus frutos, todos los que pasen por aquí se pararán a contemplarlo y llamarán a nuestra casa para expresarnos su admiración. ¡Quién sabe donde está nuestra fortuna!». Pero, a la mañana siguiente, el árbol había desaparecido y, con él, sus esperanzas. Y cuando Dos Ojitos se asomó a la ventana de su nuevo aposento, con gran alegría vio que el árbol se levantaba delante de ella, pues la había seguido. La muchacha vivió feliz por mucho tiempo. Un día se presentaron en el castillo dos pobres mujeres que pedían limosna, y Dos Ojitos, al verlas, reconoció a sus hermanas, las cuales habían llegado a tal extremo de miseria, que debían ir mendigando su pan de puerta en puerta. Dos Ojitos las acogió cariñosamente, por lo que las otras se arrepintieron de todo corazón de su mal proceder con su hermana.


Autor: Hermanos Grimm

jueves, 9 de diciembre de 2010

Leyenda!!

Cuenta la historia que hace muchos, muchos años por un pequeño pueblo de Castilla pasó una guerra. El pueblecito estaba situado en una gran colina rocosa a la cual era muy difícil acceder.
El profesor del pueblo era muy católico y siempre rezaba para que los bombardeos acabaran y que no les pasara nada a los habitantes del pueblo.
 Un día, mientras que Don Anselmo (así se llamaba el profesor) impartía su clase, oyó una gran explosión que acabó con los cristales y puertas de la escuela, milagrosamente a ninguno de los niños les paso nada, pero cuando Don Anselmo salió a la calle puedo ver la gran catástrofe que había sucedido. Todo el pueblo estaba destrozado; las casas hundidas, los carruajes de caballos y las mulas en el suelo y  de las lavanderas que había en el río no quedó ni la ropa.
Don Anselmo intento mantener la calma, educó a los niños contra las armas y como pudo, intentó levantar al pueblo o mejor dicho, intento levantar a los pocos habitantes que quedaban en el pueblo.
Uno de los niños que quedó huérfano quería mucho a Don Anselmo y quería seguir su ejemplo. Nicolás rezaba todos los días para que la guerra acabara y para que en su pueblo no pudieran atacar mas militares.
Sucedió un hecho increíble en este pueblo: Cada vez que los militares  intentaban bombardearlo perdían la orientación y cuando lograban encontrarse estaban lejos de allí; o bien porque no les orientaba la brújula, o bien  porque había grandes bancos de niebla.
Después de varios siglos, el pueblo fue creciendo y donde antes estaba el pueblo se había creado ahora una preciosa ermita.
Se dice que es un lugar sagrado no se sabe si por Don Anselmo, por el pequeño Nicolás o por pura coincidencia.
Pero cuenta la leyenda que todo aquel que logra subir la montaña curará su enfermedad de inmediato.
Un ejemplo de ello es la historia del niño en silla de ruedas, que subió con su madre y su padre a hombros de éste, les costó mucho esfuerzo lograr subir. La madre rezó durante horas por su hijo, de repente el niño le dijo:-“papa noto las piernas, déjame en el suelo”. En un abrir y cerrar de ojos el niño se puso a andar y pudo bajar el solo la alta colina rocosa.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Descripcion de Miguel Ángel Silvestre. "El Duque"

Como ya dije en la presentación vivo en el pueblo de Fuencarral, muy cerquita de Telecinco.
Hace tiempo me encontré a un hombre de unos 28 años mas o menos, era español, piel blanca, muy atractivo, tenia los ojos marrones, el pelo corto y oscuro, su cara era alargada y estaba rodeada por una pequeña barba. Era delgado, más o menos metro ochenta de estatura y tenía buena planta, nació en Castellón.
De sus pantalones saco un paquete de tacabo, me pregunto si tenía fuego, su voz era grave y ronca, cada vez me resultaba más familiar y sabia que lo había visto en algún sitio.
 Llegue a la conclusión de que trabajaba como actor en una serie muy conocida de Telecinco, tras pedirme fuego llegaron una chica rubia y una morena en un gran coche y se marcharon de allí.

"Caos de figuras"


Después de realizar el dictado de figuras geométricas y reflexionar sobre el trabajo, he llegado a la conclusión que es muy difícil expresarse como uno desea.
Lo que uno ve fácil y piensa que cualquiera lo podría explicar se complica cuando se pone en práctica.
Cuando realizamos la actividad en clase pensaba: como les puede costaba tanto a mis compañeros explicarnos que hacer o mejor dicho como nos costaba tanto a nosotros entenderlos si tan solo eran unas figuras geométricas, que las hemos visto desde que nacimos y sólo debíamos dibujar.
En el momento que yo lo puse en práctica lo comprendí  todo, realice la actividad en casa con mis padres y hermanos, tan sólo uno hizo el dictado bien, yo creía que se lo estaba explicando lo mejor posible pero contra más se lo intentaba explicar menos me entendían, me dijeron que el problema era yo que no sabía explicar, así saque el otro dictado y uno lo explicaba y ocurrió lo mismo.
Después de las dos prácticas llegue a la conclusión que es muy difícil conseguir explicar, con detalle lo que uno esta viendo, creo que para conseguirlo se necesita mucha practica y trabajar mucho para conseguirlo.
Hablando en términos un poco más específicos, en la actividad en clase el resto de mis compañeros y yo éramos receptores, sólo cuatro de ellos fueron los emisores, es decir, los que hacían el dictado. El canal que utilizamos era la expresión oran aunque íbamos plasmando lo que nos comunicaban en el dibujo, el código era el lenguaje.

"Personas que han influido en mi vida"


Hay muchas personas que han conseguido aportar muchas cosas en mi vida y la verdad que no podría dar el nombre de uno sólo, pues cada uno me ha aportado una cosa diferente y gracias a ellos, soy la persona que hoy podéis ver.
Quizás la mayor influencia viene por parte de mi familia (padres, hermanos…). Al ser la mas pequeña siempre me han intentado proteger todos, cuidarme y llevarme por el buen camino, por eso creo que nunca podré dar un paso, ni tomar una decisión sin consultar antes con ellos.
Otra de las influencias que he tenido en la vida son los amigos, pero los que duran desde hace mucho tiempo con los que te peleas, ríes, lloras… pero aun así siguen siendo “Amigos”.
Tengo muchos amigos, pero creo que hay uno que ha sido el que más ha influido en mi vida. Esa sensación que tienes cuando con sólo mirar a una persona te entiende, cuando no hace falta decir te necesito para que este hay; esas cosas que solo tienen los amigo de verdad.
Esa persona o “personajillo” como lo llamo yo, es uno de los pilares más importantes en mi vida. Cada cosa que hace uno la tiene que saber el otro, aquello que nunca se cuenta; el primer cigarro, la primera fiesta… O simplemente los miedos, las preocupaciones, el apoyo a la hora de tomar una decisión.
Creo que esas dos son las influencias más importantes de mi vida, espero conservarlas ya que me siento muy orgullosa de saber que puedo contar con ellas.